Gracias al auspicio de la Asociación Humboldt:

Si bien esta serie está basada en Sigmund Freud, la mayor parte de la historia es ficticia. En ella un joven Freud (Robert Finster) usa sus habilidades de psicoanálisis para resolver crímenes, con la ayuda de Fleur Salomé (Ella Rumpf). Se espera una segunda temporada pero no ha sido confirmada.
Ante todo, la mayor ficción dentro de la serie es convertir al reconocido neurólogo en un detective, cuando Freud nunca utilizó sus habilidades en el psicoanálisis para investigar asesinatos. Es verdad que sus teorías sirvieron como referente en la criminología, pero nunca colaboró en investigación policíaca.

El personaje de Fleur Salomé está basado en la reconocida escritora Lou Andreas-Salomé, colaboradora de los trabajos filósofos de Nietzsche y discípula de Freud. La realidad es que esta escritora tenía la capacidad de entender a las personas de una manera excepcional, pero no tenía poderes paranormales.
Lo que si se apega a la realidad es la adicción del psicoanalista a la cocaína. Freud comenzó a consumir cocaína en su juventud, puesto que en la época se usaba para curar la depresión y otras enfermedades.
Además la serie narra con justicia que Freud no sentía aceptado en Viena debido al antisemitismo de la sociedad.
En realidad, Sigmund Freud fue un neurólogo austríaco, conocido como el fundador del psicoanálisis, que desarrolló un conjunto de técnicas terapéuticas centradas en la terapia de conversación que han influido ampliamente a la psicología moderna.
